Mi querido amigo carlos |
Miré la despensa y me brincaron
2 latas de atún y
1 lata de maíz.
Abrí la nevera y saqué todo lo que había en ella, menos una zanahoria y una berenjena.
Sancoché 1 papa medianita al dente,
machuqué 1 ajo,
corté en cuadritos 1 pedacito de la parte blanca de un ajoporro, en rueditas muy finas,
2 tallos de cebollín
y piqué muy bien una cucharada de cilantro y una de perejil, ya que el aroma tiene que estar siempre presente.
Utilicé picada en cuadritos pequeños 1/4 de una cebolla mediana que compré.
Uní el contenido de las latas con los vegetales y agregué
limón,
aceite de oliva,
mostaza,
mayonesa
y sal
con lo que me salió una ensalada de atún diferente, liviana , sabrosa, perfecta para rellenar ese huequito que queda después de la sopa de lentejas.Para completar el menú; pensando en controlar el carácter explosivo de las lentejas y facilitar la digestión; me valí de
unas hojas de lechuga romana, las piqué en tiritas, bien lavadita, remojada en limón y escurrida;
1 tomatico pelado picado en rueditas delgadas,
1 cuarto de cebolla en julianas finas,medio pepino en rueditas,
azúcar,
vinagre balsámico ,
aceite de oliva,
sal y pimienta.
Junto con la cebolla compré 1 plátano maduro para hacer unas tajadas
y como pan serví unas arepitas con cilantro fritas.
Completé el menú con con jugo de lechosa y cambur o jugo de patilla a su elección.
El sentido de éste cuento es demostrar que es posible diseñar un menú con lo que tengas a mano, las recetas son una base para aprender, coger ideas y después desarrollarlas aplicándolas creativamente en tu cocina, lo importante es saber combinarlos para aprovechar sus sabores.
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